Zona 2: La base sólida para construir tu resistencia ciclista
Entrenar a baja intensidad no solo mejora tu resistencia, sino que te prepara para afrontar los retos más exigentes. Te cuento en este post todos los pormenores de la zona 2.
Cuando empecé a pedalear en 2016, cometí un error común: creía que para mejorar era necesario entrenar siempre a alta intensidad, mientras que las sesiones de baja intensidad, como las de zona 2, eran solo para "descansar". Hoy entiendo que una base sólida es la clave para alcanzar el máximo rendimiento en la bicicleta. Entrenar en la zona 2 no solo mejora tu capacidad aeróbica, sino que también potencia tus entrenamientos intensos, ayudándote a escalar puertos, rodar en rutas épicas y enfrentarte a retos con más fuerza y resistencia.
Cuando decidí enfrentar mi primera Titan Desert, fue cuando realmente entendí la importancia de una base aeróbica sólida. Sabía que para terminar un reto tan exigente como las seis etapas en el desierto, no podía depender únicamente de la intensidad; necesitaba construir resistencia y capacidad. Este enfoque fue clave para completar no solo una, sino dos Titan Desert: la primera en Almería, durante el año de la pandemia, y la segunda en Marruecos, dos años después. Ambas experiencias me confirmaron que entrenar en zona 2 no es solo una parte del plan, sino la base que sostiene todo.
¿Qué es la Zona 2?
La zona 2 es esa intensidad donde puedes mantener una conversación mientras pedaleas, aunque necesites hacer pequeñas pausas para recuperar el aliento. Es un esfuerzo constante que se siente cómodo, pero que indica que estás trabajando. En términos técnicos, corresponde aproximadamente al:
- 55%-75% del FTP (Functional Threshold Power) si usas potenciómetro.
- 60%-70% de tu frecuencia cardíaca máxima (FCmáx) si entrenas con pulsómetro.
Como diríamos en el grupo: “a este ritmo, llegamos a Madrid desde Estepona sin despeinarnos”.
¿Por qué entrenar en la Zona 2?
Aunque pueda parecer "demasiado fácil", entrenar en la zona 2 ofrece una lista impresionante de beneficios tanto para ciclistas principiantes como avanzados:
1. Mejora tu resistencia aeróbica
Entrenar a baja intensidad desarrolla tus mitocondrias, las centrales energéticas de tus células. Esto mejora la capacidad de tu cuerpo para usar grasas como principal fuente de energía, reduciendo la dependencia de carbohidratos y retrasando la fatiga en esfuerzos prolongados.
2. Optimiza tu recuperación
La zona 2 fomenta la eliminación de lactato y otros desechos metabólicos acumulados en sesiones de alta intensidad. Esto acelera la recuperación y prepara a tus músculos para nuevos retos.
3. Fortalece tu corazón
Incrementa la eficiencia del bombeo cardíaco y favorece la capilarización, es decir, la creación de nuevos vasos sanguíneos. Esto mejora la oxigenación de los músculos, permitiendo esfuerzos más sostenidos.
4. Ayuda en el control del peso
Al utilizar grasas como fuente principal de energía, este entrenamiento es ideal para mantener un peso saludable. También mejora la sensibilidad a la insulina, lo que favorece un metabolismo más eficiente.
5. Te prepara mentalmente
Las largas sesiones en zona 2 no solo fortalecen tu cuerpo, sino también tu mente. Son perfectas para desarrollar paciencia y concentración, cualidades esenciales para eventos largos o competiciones.

Cómo entrenar en la Zona 2
Seguir un plan en zona 2 es sencillo, pero requiere constancia y disciplina. Aquí tienes algunos pasos básicos:
1. Determina tus zonas: Usa un test de FTP o calcula tu FCmáx. Si no tienes dispositivos, guíate por la sensación de esfuerzo y la "prueba de conversación".
2. Planifica la duración: Las sesiones en zona 2 suelen ser largas, de 2 a 5 horas. Si estás empezando, 1-2 horas serán suficientes.
3. Mantén un ritmo constante: Evita los tirones y aceleraciones que te saquen de la zona. Utiliza un potenciómetro o pulsómetro para monitorear tu esfuerzo.
4. Cadencia moderada: Aunque 80-90 rpm es un buen rango, ajusta según tus preferencias. Lo importante es mantener la zona de intensidad, no la cadencia exacta.
Ejemplo de Entrenamiento en Zona 2
Sesión básica:
- Calentamiento: 10-15 minutos en zona 1 (pedaleo suave).
- Bloque principal: 90-120 minutos en zona 2. Incrementa progresivamente hasta 5-6 horas si tu objetivo lo requiere.
- Enfriamiento: 10-15 minutos de pedaleo suave por debajo de zona 2.
Consejo práctico:
Si entrenas en rodillo, sesiones de 1-2 horas son efectivas. Puedes usar una tableta para ver series o vídeos y evitar la monotonía. Aunque no iguala a las salidas largas en exteriores, es una excelente forma de mantener tu base aeróbica.

Errores comunes y cómo evitarlos
1. Subir de intensidad sin querer:
En salidas grupales, el ritmo puede variar por tirones. Es fácil salirse de la zona 2. Usa tus métricas como guía y no temas aflojar el ritmo. O sal por tu cuenta en una ruta tranquila donde sabes que vas a poder mantener tu ritmo sin problemas.
2. Romper la constancia:
Pasar más de 5-10 minutos fuera de la zona 2 reduce las adaptaciones buscadas. Si te sales, el cuerpo necesita hasta 30 minutos para estabilizarse de nuevo. Mantén el esfuerzo constante y concentración.
3. Pensar que "no haces suficiente":
La zona 2 puede sentirse "demasiado fácil", pero los resultados se ven a largo plazo. Confía en el proceso.
Conclusión
Entrenar en la zona 2 es mucho más que pedalear a baja intensidad; es construir la base sobre la que se apoyará todo tu rendimiento. Te hará más eficiente, más fuerte y mejor preparado para disfrutar de cada salida en bicicleta, ya sea una cicloturista, una épica subida o un largo día sobre el sillín. Lo aprendí de primera mano cuando me enfrenté a la Titan Desert: para completar las seis etapas en el desierto, entendí que no solo se trataba de fuerza o velocidad, sino de tener una base aeróbica sólida que me permitiera resistir el desafío. La clave está en la paciencia, la constancia y confiar en los beneficios que, poco a poco, transformarán tu pedaleo.